Conferencias
Martes 13 de noviembre, final de la primera jornada del evento de Convergencia sobre IP, en el Sheraton. Los cuatro panelistas miran al chairman como si fuera esto un partido de tennis. Y no lo es, pero dar conferencias es un deporte que también tiene sus reglas, que me gustaría revisar:
- Antes de la charla: pensar cuál es la audiencia. En este caso había un gap grande entre un auditorio del mundo de los "fierros" y los temas que ofrecieron los panelistas. No se puede explicar todo, asì que conviene sólo elegir pocos ejemplos bien claros.
- Tomarse la molestia de llegar una hora antes, y de chequear que funcione todo bien.
- Conocer al chairman y a los otros panelistas. Puede haber superposición de temas.
- Sondear el ánimo del público. En el caso de este evento, era tiempo de descuento... no había lugar para grandes soliloquios.
- Jamás debe uno excederse del tiempo permitido. Se puede contar la historia de Web 2.0 en un minuto, o hablar sobre los arrecifes de la Gran Barrera Australiana durante años.
- No hablar demasiado, ni demasiado rápido. Más imágenes que texto. Jamás repetir lo que está escrito (leer, se entiende?).
- Si hay preguntas con cierta tendencia en contra, jamás pelearse con el público. Explicar el punto de vista propio con elegancia y conceder la posibilidad de razón en el otro.
- No gesticular. Los micrófonos, que pueden rechinar a cada movimiento, no tienen la culpa de nuestros nervios. Los vasos de agua que pueden volcarse, tampoco.
- Si no se posee gran histrionismo, no hacer chistes. Se puede involucrar al público con preguntas muy directas, pero la barrera del humor es difícil de cruzar. Martín -el del medio del panel- lo hizo bastante bien.
- Apagar el celular. Directamente. Qué puede pasar en esos 15 minutos? No hacerlo puede distraer y provocar fastidio en el público.
- Peter Curwen, un amigo de Inglaterra, solía decirme: "por qué tener miedo? Trabajaste mucho para llegar a dar esta charla. Es un honor". El ni siquiera pasaba por la humillación del PowerPoint, era un narrador nato y a lo sumo repartía apuntes entre el público. Claro, Peter era muy bueno.
- Finalmente si algo sale mal... uno está allí haciendo un esfuerzo, creo que no hay culpas. Hay que apurar el trago, cruzar los dedos y esperar que se reinicie el laptop, o que el sonido funcione. No olvidarse de pedir ayuda, si es necesario.