Prehistoria de Internet en Argentina
Algo bueno que tuvo Ciencias Exactas en los ochenta era la posibilidad de tener un mail, hacer FTP y búsquedas por Gopher, y navegar a 4800 baudios por pantallas oscuras de instituciones académicas. Sonido: el chirrido del dialup al conectarse. Imagen: pantallas despojadas, texto blanco sobre fondo oscuro. Nada más. Con lo cual, cuando desembarqué en el negocio, Internet no me era ajeno. Léase, yo no era un genio, pero ya tenía mucha navegación encima, y al menos sabía quién era Jakob Nielsen. Entre paréntesis, el bueno de Jakob titula estos días "Mobile Web 2009 = Desktop Web 1998".
Alrededor del 95 se hizo la luz con Startel y floreció la web argenta, de un modo poco ordenado y algo más masivo. Los escasos clientes de Internet de por entonces accedían mediante las BBS pioneras (Los Pinos, Mainet, Satlink, Compuserve, etc) fueron comprados por los primeros ISP de entonces (Advance, Arnet, etc). Los contenidos eran mínimos, y como decía Jakob, ilegibles. El browser era el Netscape, el buscador era el Altavista y el primer messenger cool fue el ICQ (se ve que yo no era muy fanático de AOL). El día a día en el trabajo del ISP era así: reuniones con cientos de proveedores que ofrecían “cajas” para poder Internetear en la TV (algo que jamás anduvo) / reuniones para emprolijar sistemas (tortuosos comentarios sobre cómo se loggea un cliente / fricciones debido a reparto de clientes en unidades de negocios / asfixiantes abrazos amorosos de la Telco Madre enseñando cuál era el negocio / alarmante falta de conocimiento de propios y extraños: “servidor” y “proveedor” eran, fatalmente, sinónimos.
Los meses continuaban. Nunca hubo tanto laburo para tanta gente -eso tal vez explicó mi propia llegada-. Los ejecutivos de grandes clientes aterrizaban sus posaderas en mi cajonera, literalmente, para preguntarme cuándo iban a estar listas algunas cositas que les pedían sus cliente. Nimiedades como ADSL, "cosas que salen en un mes o dos" desde la visión comercial. Resultado: varias cajoneras abolladas -recuérdese que los ejecutivos de ventas provienen del rugby por una cuestión genética que no entenderé, tal vez el “push” de los negocios- y un diálogo al menos difícil. Vuelta de tuerca: el área técnica miraba a Mkt con la misma desconfianza con que nosotros en Mkt mirábamos a Ventas. "Primero seguricemos los fierros", nos decían.
Si el ‘98 fue el año de la conectividad donde los ISP grandes compraron a los chicos, el ’99 fue el año de los contenidos. Enumero: Olé (el "pelotazo" de Pep Vallés), Yupi y todo el narcolavado hecho bits, GauchoNet y Grippo entre los locales, y muchos etc. Poderoso caballero es don dinero: todo convergió en Terra, de algún modo, en la época en que Villalonga era rey en Miami. No estaba claro lo que era un portal, un buscador o un webmail (nosotros lanzamos el TopMail, por caso) pero el Santo Grial que se buscaba entonces era un atractor de visitas, fuese lo que fuese.
Hasta que estalló la burbuja. Allí los portales dejaron de valer, la última milla y el tener los clientes se volvió a cotizar bien, y los ISPs fueron integrados a las Madres Telcos.
Pero ésa es otra historia...