Comunicación personal
Cada resumen es un riesgo. Este "tablero de comunicaciones posibles" personales, aunque también pensado en lo laboral, merece muchas aclaraciones que irán siendo enriquecidas a lo largo de los días.
Quisiera aclarar al menos los conceptos esenciales, y luego repensar -en los espacios entre el trabajo cotidiano- cada "bache" o aproximación grosera que haya hecho. Pero veamos:
Empiezo por el "Ping" de Blackberry, el de descubrimiento más reciente -en mi caso-. Brillante, fácil, gratis -a costa de pagar un fee mensual de roaming para BB a su querido operador-... y sin embargo exige que siempre estés disponible. Ahorra muchísimo en pequeños ajustes de viajes de negocios ("Just landed in JFK") pero creo que no es adecuado para tratar temas de gran profundidad. Posee las limitaciones inherentes a toda comunicación de texto en una situación de movilidad. En otras palabras, uno no sabe realmente qué tan disponible está la otra persona.
El SMS cuesta cada vez más. En la Argentina -y tal vez en otros países- el aumento de precios de este servicio que nació como pobrecito SVA sin mucha expectativa, otorga un nuevo auge a una llamada móvil -el siguiente ítem del tablero- si se resuelve en un diálogo corto una dada situación. Por lo demás, subsiste la conocida puja fijo vs móvil: precio bajo y calidad de un lado, precios altos, SVAs, y movilidad del otro. Nada nuevo en el mundo de la voz, o tal vez sí, la tendencia en alza de los Smartphones.
Tenemos más de treinta años de eMail -anterior a la Web, como se sabe-. Me parece fascinante, una vuelta a la comunicación escrita casi perdida. Nos permite describir con exactitud una situación a mucha gente, incluyendo detalles, asignando prioridades, y niveles de importancia. Deja constancia, es un "documento" -al decir de los historiadores-. Pero a mucha gente le suena "duro" recibir ciertas noticias por este medio, sin una voz que contenga o una presencia física con gestos que moderen la mala nueva. "Te das cuenta, no me llamó, me envió un mail" dice la amante despechada. Le adjudico una importancia relativa, por este hecho y porque las nuevas generaciones (niños de 10 años) no se dignan usarlo.
Las comunicaciones por Skype son mis favoritas. Se puede advertir cuándo el otro está disponible, es gratis, hay una razonable calidad, y aún es posible incorporarlo en algunos móviles -no en todos-. Que se pueda elegir entre texto o voz lo enriquece aún más. Es mi otro favorito...
No puedo dejar de lado a Facebook, y al inefable intromisión de sus mensajitos. Cada vez más creo que FB es un jueguito sin mayor utilidad donde sí intercambiamos fotos y sí reencontramos algún pariente, pero nada más. No le puedo exigir mucho a una forma cuyos mensajes entran en mi pantalla como una intromisión. Debo pensar si reemplazo esta variante por alguna referencia sobre la interesante comunicación "uno a muchos" de un Tweet.
Last but not least, no puedo olvidarme de la vieja comunicación personal, frente a frente, para disfrutar el momento o resolver diferencias. Y -oh milagro de la tecnología- esto aún es gratis, es instantáneo, es seguro, es privado, y allí deben tocarse los temas de mayor importancia. Por favor, prueben esto cada tanto: cierren el laptop, apaguen el celular y prueben de hablar con la gente.