viernes, 27 de abril de 2012

Sherry Turkle en TED: conectados pero solos


Me gusta muchísimo el trabajo de Sherry Turkle. En la misma época en que comenzaba la Internet comercial en Argentina, ella hablaba de chats, MUDS, juegos de rol y demás, en esas pantallas oscuras pre-web que son la Altamira de Internet. Todo estaba allí, la nueva intimidad con desconocidos, sólo que era el inicio de algo que no se sabía muy bien cómo funcionaría para las masas. Su libro "Life on the screen" es un clásico.

Es en parte a causa de Sherry ( y de Linda Stone, y de otros más) que este blog es un poco medieval frente a las tecnologías. No voy a hacer revisionismo de mi propia opinión al respecto, pero desde Second Life (2006) para acá, confieso que estoy harto del show-off, de los "me gusta" en FB, de los Favs en Twitter, y de todo lo que sea el alejamiento de la comunicación real. La tecnología me gusta como complemento, no como fin en sí mismo.

Tienen, entonces, la charla de Sherry, que es absolutamente útil. Si tienen 20 minutos, escúchenla tranquilo. Si pueden amarren a sus hijos -y practiquen todos Inglés-.Y si no, tal vez sirvan los apuntes que tomé sobre sus opiniones (en negro) donde inserté mis propios pensamientos (en rojo), como si fueran líneas que acompañan las imágenes, sin elaborar. 

PD thanks to Paul Masters I discovered this link.
So in a way technology was useful... otherwise I wouldn´t have got this conference.
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Estamos juntos sin estar juntos.
Hay problemas en nuestra relación con el otro.
Esto altera la capacidad de mirarnos a nosotros mismos.

Es una nueva forma: estamos todos juntos, pero solos.
La gente quiere estar acompañada, pero “fuera de ese ambiente”.
(necesitan testigos de su propio alejamiento)
Quieren controlar dónde ponen su atención.

En las reuniones ponemos atención sólo a esos instantes que nos interesan.
Terminamos escondíendonos del otro.
La gente está muy ocupada con su email y con sus textos.
"Goldilocks effect".
Algo a mitad de camino, no muy cerca y no muy lejos.

Un adolescente dice
“algún día, no ahora, me gustaría aprender a tener una conversación”
Qué hay de malo en las conversaciones?
(Que sacan tiempo, toman lugar en tiempo real).
Y  no se puede controlar lo que vas a decir.
Pues el texting, email, posting nos permiten mostrarnos como queremos
Editamos lo que no no nos gusta de nosotros mismos.
Y en cambio, en las conversaciones en tiempo real no hay control
(porque allí aparece el yo real)
.
La tecnología hace más fáciles las relaciones
Las reduce en complejidad
(Las conversaciones se cambian por meras conexiones)
Hasta un punto en que nada nos importa tanto
Colbert dice: la suma de todos esos tweets no es una conversación real?
No. Claro que no, afirma Turkle.
Los cachos de comunicación virtual aportan “solo bits de info”
Pero no resuelven el sentimiento ni al entendimiento sobre el otro
Y si no conversamos con los otros
No aprendemos sobre nosotros mismos.
(Pues no hay la necesaria introspección.)

Sobre todo en el caso de los chicos, esto es fundamental.
Aparece el “prefiero textear que hablar”
En el límite no necesitarmos al otro
Y tal vez prefiramos a Siri (el asistente del iPad)
Será que es el temor a que nadie nos esté escuchando?
Twitter o FB nos dan cierta seguridad.
Nos hacen creer que nos están escuchando
(por eso la gente pone los “I like” y los “favs” casi con lástima,
para asegurarle al otro la caricia de esa escucha ficticia)

Hay robots sociales para acompañar a los ancianos
(Te da confort, pero no es la cosa real.)
Un robot no puede aliviar el dolor de una madre
No tiene experiencia ni sabe lo que es la vida humana
Esperamos más de la tecnología  y menos del resto
Cuanto más vulnerable somos, más nos atrae la tecnología
Estamos solos y nos da miedo la intimidad.
La tecnología diseña robots que nos dan la ilusión de acompañarnos
Pero no estamos tan en control (como aparentamos)

Los dispositivos emulan tres fantasías
-         que podemos focalizar nuestra atención
-         que siempre seremos escuchados
-         que nunca estaremos solos
Y esta última es la peor. La gente teme estar sola.

Estar solo parece un problema que debe ser solucionado.
La aparente solución, conectarse, no remedia nada.
“Yo comparto => yo soy”
Si no se comparte mucho, se siente que uno NO ES.
Antes: tengo un sentimiento, quiero llamar a alguien.
Ahora: quiero tener un sentimiento, quiero enviar un txt.
(la famosa inmediatez: no sé lo que quiero pero lo quiero YA)

Pero pasamos de la conexión al aislamiento
(Hay que revalorar a la soledad)
La soledad es necesaria para entender al otro y sus necesidades
Para ser uno mismo
De otro modo vemos al otro como “bits” que sostienen nuestro frágil yo
Si no aprendemos a estar solos (estaremos más conectados)
Y nuestra desconexión será más profunda.

Es tiempo de reeducar a nuestros hijos, enseñándoles a estar solos
Y es tiempo de hablar
Hay tiempo aún para cambiar la tecnología
Hay formas: que la cocina o la cena sean sagradas, (sin dispositivos)
Lo mismo en el trabajo: comunicamos como robots pero no pensamos
Necesitamos escucharnos, incluso la parte aburrida
El alerta es cuando la tecnología dice que “simplifica” las cosas
Porque se pierde su esencia.

Desconfiemos un poco de robots, avatares, virtualidad
Por qué pasar la noche en una red social,
en vez de irnos al pub con los amigos?


2 comentarios:

Virginia Avendaño dijo...

GRacias por la traducción (y por los comentarios).

Verdaderamente muy interesante.

Virginia Avendaño

Daniel dijo...

Gracias Virginia!
Somos un buen contraejemplo: a pesar de no vernos o de no estar "conectados" en el sentido 2.0, es la historia previa de haber laburado y charlado sobre libros, la que nos conecta.
Beso,
Daniel