jueves, 27 de diciembre de 2012

La introversión bien entendida

Hace poco y por motivos muy diversos tres ideas me dieron vueltas por la cabeza. El primero fue un retuit de @Monsoriu donde alguien daba "Consejos para que te sigan más en Twitter". Son en general el tipo de artículos que me hace enarcar las cejas, pues pues creo que se pone el carro delante del caballo. En buen romance, tendrás seguidores si sos bueno en tu actividad -y  no sólo en tus tuits-.

La segunda cuestión me vino de un excelente escritor de ciencia ficción llamado Gene Wolfe. Al finalizar el brutal capítulo uno de "La sombra del torturador", Severian, el protagonista, cuenta que "fue de este modo que emprendí la larga jornada por la que fui retrocediendo hasta el trono". El personaje encuentra en sí ciertos talentos inesperados que lo llevaran hacia el éxito, que en la frase figura como un  retroceso; pero entonces es bueno o malo triunfar? Y si lo hacemos, es completamente a sabiendas (un poco siguiendo recetas, a lo "5 consejos") o de un modo sinuoso?

El tercer concepto surgió de un post de Hernán Moraldo donde Elon Musk plantea cuál es el criterio de éxito para una empresa. Elon sabe de eso: SpaceX, Tesla Motors y PayPal lo atestiguan. "Has your definition for a good idea for a startup or innovation changed in the past 5 to 7 years? Not really; I think it is pretty much the same idea. If you want to create a company you have to come up with a product or service that you think is compelling, that solves a need.  (...) A great company is just built around a great product or service (...) trying to think of the most useful thing you can do for your fellow human beings".

Voy llegando a lo que quería decir. Twitter lleva ya seis años ya. Hemos visto de todo: gente que sólo busca el fav, el follower o el RT, gente que negocia la lisonja a cambio de reconocimiento, empresas que gastan millones en campañas y que no tienen un producto, pero también gente moderada que cada tanto expresa una idea con sentido o exhibe un link lleno de magia (un gol, un recital, una charla). Lo conecto con un marco conceptual o "framework" que presenté en el ITS de Roma hace unos 4 años (desarrollado aquí), que se resume en la figura de más arriba. El "core" de las empresas de IT, Cables o Telcos, son su tecnología  (círculo interior) que a través de interacciones con los clientes (derecha) van teniendo éxito o fracaso (ventas) en las "zonas rosadas" de interés que cambian año a año. Sin embargo a veces los usuarios perciben sólo la cáscara de marketing/branding (verde), y eso es una verdad que dura poco tiempo. 

Twitter, para las empresas, no es más que una evolución de la cáscara exterior de branding. Ocurre algo semejante para el individuo. Twitter no te dará el éxito, ni siquiera de un modo sinuoso. Estos "tuiteros exitosos" ganan y pierden followers por decenas por día... exactamente igual que las Telcos con su "churn de clientes". Una móvil con alto churn (Claro en Latinoamérica, por ejemplo) es como un tuitero que se desgasta continuamente en seguir reglas establecidas para ganar followers... pero que los pierde al día siguiente. Creo que la analogía es completa.

Por eso creo que hay una introversión bien entendida en el individuo -y en cierta forma, en las empresas de elite-. A pesar de la gran frase de Severian, que llegó al trono de un modo inesperado, no es posible tener éxito en ninguna actividad partiendo de la cáscara del branding o de la manera en que se use Twitter. Se me dirá que hay personajes que son la excepción; pero en general son justamente eso, personajes con un tono épico o que al no revelar la identidad, no tienen ninguna reputación que perder. Se me dirá también que estoy haciendo un reduccionismo muy simplista en términos de fondo y forma? Tal vez. O tal vez mi etapa de jefe de producto me provocó un interés absoluto en que la "cosa" estuviera bien hecha, mal que le pese a todos los "Perpetual Beta" y modas similares que vinieron luego.

Un país, finalmente, es una empresa que puede ser analizado de un modo similar. Acaso la Argentina actual no peca de "cascarismo" al no resolver problemas concretos y al falsear los indicadores? Prefiero detenerme en este punto y que cada quien haga su propia lectura, pues el análisis político me ha hecho salir más canas y perder algunos amigos.

domingo, 16 de diciembre de 2012

Cinco consejos de Evan Williams


No soy muy amigo de las recetas mágicas pero en ese caso, dada la brillantez y la brevedad de los conceptos del bueno de Evan, haré una concesión. Además, no hay duda de que en los últimos tres años (ya van 6 de su creación) Twitter sigue siendo la estrella en ascenso.
Recordemos que Evan Williams no sólo acumula la experiencia de sus éxitos (Blogger y Twitter) pero también de sus fracasos (Odeo). Eso le da puntos extra a cualquier afirmación categórica de su CEO, como las que siguen:
  1. Trabaja con gente excepcional. No corras riesgos a la hora de elegir a tus socios o empleados. Hay que evitar los egocéntricos y los pesimistas.
  2. Elige los grandes desafíos. Las cosas simples todo el mundo las hace, si querés una recompensa grande, prueba con una meta importante.
  3. Foco. Para que te vaya bien decile que no a la mayoría de las cosas: funciones, personas, alianzas, “cafés” y proyectos. Sólo algunos de ellos realmente valen (sí, es difícil saber cuáles). No te distraigas.
  4. Cuidate. Cuando no se duerme, se come comida basura, no se ejercita el cuerpo y se vive a pura adrenalina por mucho tiempo, tu performance sufre. Tus decisiones sufren. Tu empresa sufre.
  5. Ama a los que tenés cerca. Equivocarse en tu empresa no es equivocarse en tu vida. Equivocarse con tus relaciones sí lo es.
Los dos puntos finales son contradictorios. No conozco gente brillante, capaz de manejar una start-up, que no sea algo egocéntrica o que no descuide su físico. Creo que hay un  punto adicional subyacente que tal vez resume al resto y que no agregue brillantez. Se trata del balance, del feedback, de darse cuenta cuando algo anda mal, y que permita el reseteo personal antes del "burn out". Casi nadie tiene esto. Pero en fin, casi  nadie es CEO de un start-up exitoso.