domingo, 1 de agosto de 2010

LinkedIn, ninjas de marketing y la reputación online

Pocas redes sociales tienen una historia de ocho años. La mayoría tiene el karma del dot.com en sus espaldas: inicios de pendiente rápida (odiosas rectas que ascienden en comparaciones sin sentido, TV vs radio vs Internet vs lo-que-sea-2.0), algún problemas de privacidad (Facebook o FourSquare), funcionamiento (Twitter), o de concepto (Glow). A menos de una venta a alguien mayor (YouTube), la mayoría de estos emprendimientos decae y se olvidará. Nadie parece hacerse cargo de las promesas de Second Life, la especulación inmobiliaria virtual delo 2007. Al menos yo no veo que se cotice el dinero Linden en ninguna bolsa.

En mi opinión LinkedIn es la red social más influyente. Veamos:

  • Tiene claro su concepto: el networking profesional
  • Todos sus pequeños cambios de funcionalidades y diseño fueron positivos
  • Lanzó un sistema de preguntas y respuestas para aumentar el prestigio profesional de sus usuarios
  • Posee un proceso de llegada entre miembros ("mensajes") no invasivo, y para el cual no hace falta ser un "contacto".
  • Ofrece artículos de calidad en su blog,
  • Tiene un modelo de negocios sano, a través de socios "Pro" que abonan 25 USD/mes o 250 USD/ año por tener mejor visibilidad en búsquedas
  • Tiene alianzas con head-hunters y prensa, e integraciones con móviles.
En suma, creció y mejoró en ocho años, manteniendo su visión. Trato de conectar esta realidad con un asunto en boga, que es el de la "reputación online", o "Whuffie", como lo llaman Tara Hunt y Cory Doctorow. Hace poco publiqué una pregunta en LinkedIn, acerca de por qué cada vez más gente tiene demasiados contactos, muchos de ellos desconocidos, en ámbitos profesionales. Un 15% de las respuestas fueron agresivas, en particular de aquellos que tenían demasiados contactos.

Si en el límite todos pretender tener 1500 contactos, o si todos somos ninjas en LinkedIn (el autobranding que más ha crecido en los últimos tres años: ninja marketing), no somos creíbles, y esto afectaría la utilidad de LinkedIn. Esto está en sintonía con la política editorial de la propia herramienta, que alienta a poseer "pocos contactos útiles".

LinkedIn es a Facebook lo que Warren Buffet es al estallido de las dotcom. Hay cuestiones que por suerte duran más de dos años, y una de ellas es nuestra reputación profesional. Tal vez ése sea el secreto de la serena subsistencia de LinkedIn, a pesar de los ninjas de marketing, y a pesar de la gente orgullosa de sus 1500 contactos.

2 comentarios:

Daniel dijo...

El timing de esta entrada sobre LinkedIn no es malo, pues acaba de saberse que hizo su primera compra: mSpoke, una red social basada en recomendaciones sobre contenidos.

Anónimo dijo...

Un año después, sigue vigente...