sábado, 30 de junio de 2012

Apagones en la Nube


Ya aparecerán nuevos términos. Por ahora hablemos de "apagones" en la Nube, pero tal vez en unos años habrá mejores neologismos. Diremos que "se disipó la Nube", o que "hubo tormentas informáticas".

Justamente eso ocurrió en Washington ayer por la noche, y como consecuencia de tormentas muy severas, los servidores de Amazon que controlan Netflix, Pinterest, Instagram y Heroku tuvieron serios problemas.A su vez estos servicios trasladaron la información a sus clientes, como se ve en la imagen de más arriba.

Se nos "vende" el concepto de que todo lo que es Cloud es mejor: eficiencia, no hackeable, ahorro de energía, menor costo en HW propio. Admitámoslo, luego de la furia de diez años de SVAs y APIs para móviles, la gran nueva cosa es la nube. Y sin embargo una tormenta jaquea todo el sistema. Surgen preguntas entonces:
  • Si por cuestiones climáticas la nube debe ser redundante (un cielo absolutamente cubierto, digamos), qué tanto se encarece la presunta hipótesis del ahorro?
  • Esto no significará una redundancia excesiva, en términos de información? 
  • Que tan crítico es lo que deseamos guardar? No es más seguro un par de backups en el departamento de IT de la empresa, que algo que no es a prueba de tormentas en el mejor server farm del mundo?
  • (Más de entrecasa) Imagino el diálogo entre los responsables de O&M de Netflix y Amazon el Viernes por la noche, tratando de saber qué rayos (chiste) estaba pasando, y repasando las penalidades del SLA.
La mayoría de estas preguntas se resuelve haciendo el BP. Creo que el marketing ha hecho un esfuerzo encomiable por resaltar las ventajas de la Nube, algunas de las cuales acaban de ser puestas en duda por eventos donde el único hacker es la Naturaleza.

1 comentario:

Daniel dijo...

Anoche conversé sobre esto con un amigo, que me comenta sin razón que este es un caso particular de la persistencia de la información. Dónde quedaron nuestras tesis, nuestras fotos, nuestros recuerdos? En el ámbito personal terminamos guardando en papel aquello que más atesoramos, pero en el ámbito de las empresas el menú es amplio: desde un Iron Mountain hasta un server farm.