Acerca del PowerPoint
Desde que el hombre es hombre siempre trató de representar la realidad para tener poder sobre ella: en cuevas de Altamira, en meetings de Second Life, o en slides de Power Point. Vale en cada caso la pregunta: la representación es precisa o es un mero pase de magia? En Altamira las pinturas infundían ánimo pero no daban poder sobre las bestias, Second Life suena cada vez más a exageración... y el PowerPoint queda bonito pero no cierra el negocio.
“As information gets passed up an organization hierarchy, from people who do analysis to mid-level managers to high-level leadership, key explanations and supporting information is filtered out. In this context, it is easy to understand how a senior manager might read this PowerPoint slide and not realize that it addresses a life-threatening situation.”
Nice. Pero el PP es ubicuo y nuestra mente acepta las recetas bidimensionales. Entonces sólo nos queda mejorar en tres cuestiones centrales de la comunicación:
- PP es una herramienta visual, por lo cual no debe abusarse del texto
- PP posee algo de despotismo al darle demasiado poder al presentador -hay que balancear esto dando tiempos y repregunta al auditorio-
- PP no disimula las carencias del orador. Deberíamos poder explicar todo... sin el PP. O sea, la vuelta a la antigua mayéutica.
Presto finale. Cerrar un negocio a veces depende de lo que aparece en la pantalla. Hace milenios el éxito en la caza dependía de las pinturas rupestres... alguien con pereza en la comunicación diría "huy, esto es fuerte".
4 comentarios:
Tenés razón, esto es fuerte. Pero en el power point todo el mundo manda fruta. O no?
No, no, no. No todo el mundo manda fruta, todavía existe algo que se llama prestigio en el ámbito laboral. (Creo).
Otro problema es que ahora todo el mundo en las empresas piensa que si tiene que ir a contar algo es imprescindible ir con un PP. Entonces, hasta para contar lo más sencillo, se hacen presentaciones de decenas de páginas, muchas veces llenas de texto. Para peor, en general el que presenta no tiene la más mínima habilidad para exponer, por lo que termina dando la nuca al auditorio, leyendole el texto de la pantalla sin agregar nada, y girando la cabeza antes de cambiar de slide para preguntar "¿Se entiende?" (es que en el curso le enseñaron que tiene que confirmar que el mensaje llega).
Vamos a volver a la vieja mayéutica. Frases simples, contundentes, y bancarse la repregunta.
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