lunes, 7 de julio de 2008

Intimidad electrónica

La cantidad de emails que circula en el medio corporativo desalienta paranoias acerca de la noticia surgida hoy: es válido que las empresas en Argentina chequeen los mails de los empleados. Sin embargo existen algunos hechos que enriquecen el análisis:

  • Algunas empresas pueden establecer filtros y muestrear al azar la correspondencia email sin mayor dificultad.
  • Los empleados, en su mayoría, saben que no les cuesta nada diferenciar ámbitos y reservar las cuestiones privadas para su GMail.
  • Sobre la cuestión "está bien - está mal", no hay vueltas. La PC y el ancho de banda pertenecen a la empresa. Pero nadie desea un ecosistema donde una de las partes se presuma vigilada por la otra.
La consecuencia, adelantada en este medio en otras oportunidades, es que la comunicación más íntima -desde rumores de mercado hasta amoríos- fluirá por las vías de comunicación menos medibles y más informales, como el Skype o el Messenger. La segunda consecuencia es lo que muestra la Curva de Twitter: al disminuir el tiempo entre interacciones, se ahonda la fragmentación del individuo. Cada vez abrimos más conversaciones en paralelo por distintos medios, cada una de ellas con menor peso específico y compromiso.

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