Mucho no es mejor, y porqué decimos sí
En la excelente LinkedIn la medida de las cosas está en qué tan grande es tu network y cuánto contactos tenés. Me opongo a una métrica tan absurda sobre un universo ficticio: dada la PyME X de treinta empleados que se miran fijamente, ellos podrían intercambiar contactos, llegar a 30 y eso no sería medida de nada. Voy más allá: la mera repetición o la desidia al inscribirse revela que hay en LinkedIn sujetos que intercambian "endorsements" o recomendaciones a gente conocida. Más plano: los 30 empleados citados reverberando recomendaciones mutuas. En una entrada posterior aportaré más al respecto.
Propuse otra cosa a Linked In: que la medida de tu valor en la red sea una métrica más compleja que no sólo evalúe tu cantidad de contactos sino de dónde son, qué tan lejos están geográfica o cultalmente, qué tan afines son a los objetivos que te has creado en la organización, etc. Suponemos la mayor inteligencia de los desarrollos 2.0: no sigamos pensando que la mera acumulación significa que algo es mejor. Veremos qué contesta Mr. LinkedIn.
En el mismo sentido, la milagrosa Danah Boyd evalúa en una edición de Fist Monday por qué aceptamos contactos, formando un degradé entre la razón y la estupidez. Veamos que en el puesto 4 figura la mera acumulación y en último lugar el facilismo. Conclusión, la Web 2.0 no nos hará mejores... si nuestra cabeza no se acomoda.
2 comentarios:
Y qué pasa si todos aceptan todos los contactos de todo lo que te invitan?
Bueno, quedás infoxicado. Hay que saber elegir. En este momento se trata de eso: repartir tu tiempo para saber elegir.
Y animarse a no ser anónimo.
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